La disfunción eréctil o impotencia es un bloqueo del reflejo de la erección, los mecanismos vasculares son incapaces de bombear suficiente sangre a los senos cavernosos del pene para hacer que se haga firme y erecto. El hombre que sufre de disfunción eréctil puede sentirse excitado en una situación sexual y desear hacer el amor aunque su pene no entre en erección.
Los reflejos de la eyaculación y de la erección son distintos, y por eso hay hombres con impotencia que son capaces de eyacular a pesar de la flacidez del pene.
Se calcula que aproximadamente la mitad de la población masculina experimenta alguna vez episodios transitorios de impotencia, lo cual entra dentro de lo que se considera normal, por el contrario la disfunción eréctil sexual primaria dista de ser frecuente.
Las dificultades de erección se pueden dar a todas las edades y estas suceden de diferentes formas. Hay casos en los que el hombre alcanza fácilmente la erección pero la pierde en el momento antes de la introducción del pene en la vagina, o durante el coito. Otros hombres pueden mantener la erección durante la manipulación manual del pene o el sexo oral pero no durante el coito, otros pueden mantener la erección mientras están vestidos pero en el momento en el que el pene es expuesto, la pierden etc.
Causas de la disfunción eréctil
La impotencia puede ser debida a un amplio espectro de factores físicos, los más frecuentes son la tensión, la fatiga, la diabetes temprana no diagnosticada, un nivel bajo de andrógenos, problemas hepáticos, el uso y abuso de narcóticos, de alcohol y de una medicación a base de estrógenos y de parasimpaticolíticos. También encontramos ciertas enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, tumores, intervenciones en la próstata y problemas endocrinos que provocan la disminución del nivel de andrógenos.
Dentro de las causas psicológicas incluiríamos la ansiedad ante la ejecución del acto, problemas edípicos no resueltos durante la infancia, las interacciones destructivas en el seno de la pareja, fobias sexuales, el temor al fracaso sexual etc.
Tratamiento
Los especialistas en el campo de las disfunciones sexuales han defendido distintos tratamientos como la terapia hormonal, la terapia conductal y la terapia marital como tratamiento óptimo de la impotencia.
La mayoría de los pacientes que sufren de disfunción eréctil secundaria quedan aliviados de su disfunción después de 7 a 10 sesiones terapéuticas o de dos a diez semanas de tratamiento. Otros mejoran con el tratamiento en el sentido de que sufren con menos frecuencia disfunciones en la erección. En nuestra clínica disponemos de una psicóloga especialista que puede asesorarte y ayudarte a superar tu problema de disfunción.