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Unidad de Mama

Unidad de Mama La mama de una mujer adulta tiene forma semicircular y se considera una glándula sudorípara cutánea, está compuesta por la glándula mamaria, pezón y areola. La glándula mamaria está formada por 15 a 20 lóbulos glandulares, tejido conjuntivo y cantidades variables de tejido adiposo.
Aproximadamente en la porción más prominente se encuentra el pezón que a su vez está rodeado de una zona cutánea llamada areola.
La forma, volumen y aspecto del pezón y areola pueden variar de acuerdo a factores genéticos, estado nutricional y funcional o patológico.

Motivos de la consulta

  • Dolor mamario
  • Secreción mamaria
  • Nódulo mamario
  • La mama durante el embarazo y la lactancia

Dolor mamario

El dolor mamario es uno de los motivos más frecuentes de consulta en patología mamaria, siendo el más común en mujeres jóvenes.
Dentro de los tipos de dolores mamarios que pueden padecer las mujeres encontramos el conocido como “síndrome de tensión mamaria premenstrual”, que afecta al 50% de mujeres en edad fértil.
Este se produce en fase premenstrual y desaparece durante la menstruación, puede ir acompañado de otros síntomas como son la inflamación abdominal, nauseas, irritabilidad, retención de líquidos etc.
El dolor es de una intensidad variable, desde leve a muy intenso y suele afectar a ambas mamas en mujeres jóvenes. Por encima de los 35 años, éste suele ser menos intenso y afecta normalmente a una sola glándula mamaria. La mayor parte de los casos no requiere tratamiento, puesto que se considera un proceso fisiológico, sólo cuando la paciente presenta un dolor muy intenso o hay un desequilibrio hormonal evidente se requieren una serie de recomendaciones y preparados a base de estrógenos-progestágenos y otros.
Nuestras recomendaciones son:
  • Evitar o reducir el consumo de metilxantinas como el café, té y chocolate.
  • Reducir el consumo de grasas y sodio.
  • Utilizar sujetadores sin aro.

Dentro del dolor mamario también encontramos el dolor que no está asociado al ciclo menstrual, en el que podemos hacer referencia al dolor ocasionado por quistes, fribroadenomas, mastitis etc.
En estos casos los síntomas y el tratamiento van a variar dependiendo de la patología con la que nos encontremos. Es muy importante seguir con una pauta de actuación que incluya exploración, ecografía y mamografía.

Secreción mamaria

Se denomina a una secreción anormal o fuera del período de embarazo y lactancia. Estas secreciones pueden ser de tipo purulento, seroso, hemático y latescente (consistencia de leche diluida) y pueden darse en uno o ambos pechos.
Es importante tener en cuenta que la mayor parte de las secreciones son de etiología benigna y que en algunos casos son indoloras, mientras que en otros pueden ir acompañadas de picor, ardor, dolor o sensación de tirantez en el pecho. La cantidad de secreción también varía según la causa de la alteración en la mama.
Solo un 2% de las mujeres con cáncer de mama presentan este síntoma.
Las secreciones pueden tener un origen mamario (telorrea): derrame de diferentes características y que indica una lesión de la glándula mamaria o extramamario (galactorrea): secreciones latescentes que afectan a ambos pechos.
Las principales patologías que cursan con derrame mamario son las alteraciones fibroquísticas, la ectasia ductal, la galactoforitis crónica, el papiloma intraductal y el carcinoma intraductal.
Va a ser muy importante una buena anamnesis, una exploración física donde valoraremos la forma de derrame, el aspecto y la presencia de otros signos mamarios, la citología de la secreción, los marcadores tumorales, mamografía, ecografía, biopsia y analítica hormonal.
El tratamiento va a ser por tanto muy variable dependiendo del diagnóstico obtenido.

Nódulo mamario

Se considera nódulo mamario a la aparición de un bulto o tumoración en la glándula mamaria, palpable diferenciable del resto de la mama, generalmente indoloro aunque puede ir acompañado de molestias glandulares.
Estos nódulos se clasifican en benignos y malignos.
En la mayoría de los casos, estos nódulos son encontrados por la propia mujer en la autoexploración y en ocasiones en revisiones en consulta.
Es imprescindible realizar una exploración física en la que se va a evaluar el número, localización, tamaño, forma, consistencia, delimitación, movilidad, aparición premenstrual y otros síntomas como son el dolor, secreción, signos de inflamación etc.
Ante un nódulo mamario irregular, duro, mal delimitado y fijo a estructuras vecinas debemos acudir siempre a un profesional para que nos realice una exploración física más minuciosa, puesto que estos síntomas son signos de malignidad y hay que recordar que el cáncer mamario es una enfermedad asintomática en sus inicios y la primera manifestación clínica suele ser la aparición de un quiste o nódulo mamario.

La mama durante el embarazo y la lactancia

Durante el embarazo se producen una serie de cambios en la mama como son un aumento de la glándula, una hiperpigmentación del pezón y de la areóla, un aumento de la vascularización, las venas se hacen más visibles bajo la piel y por último, los corpúsculos de Montgomery (glándulas sebáceas localizadas en las areólas) también se hacen más evidentes.
Además de todo esto la sensibilidad en los pechos aumenta de forma significativa sobre todo las primeras semanas de gestación.
Para evitar molestias y la aparición de las dichosas estrías es muy importante mantener muy hidratada la zona y usar un sujetador adecuado, que sea de algodón y a poder ser, sin aros.

El autoexamen de la mama

Realizar una exploración de las mamas es fácil y solo requiere unos minutos, prácticamente el 85% de las mujeres afectadas por tumores mamarios se autodiagnostican, por ello es muy importante aprender a realizar este tipo de examen mediante palpación que es el método exploratorio por excelencia.

¿Cómo se hace un autoexamen de mamas?

1. Lo primero de todo es situarte frente a un espejo y desnudarte de cintura para arriba, asegúrate de que te encuentras en un lugar con una buena iluminación.
Con los brazos colgando, observa si hay algún cambio en el tamaño, forma y aspecto de las mamas. Fíjate bien en el aspecto de tu piel y de tus pezones, si hay algún pliegue, cambio de color etc.
2. Ahora levanta los brazos y observa los mismos detalles que con los brazos colgando. Ahora si te puedes fijar mejor en la parte inferior de tus senos.
3. Acostada, colocamos una almohada bajo nuestro hombro izquierdo y nuestra mano izquierda bajo la cabeza. En esta posición vamos palpando con los dedos el cuadrante superointerno desde la periferia hasta el pezón. Después hacemos lo mismo pero en el cuadrante inferior de la mama. En esta misma posición seguimos palpando los cuadrantes inferoexternos hasta el pezón y la zona de la axila. Una vez hemos terminado hacemos lo mismo con nuestra mama derecha y cambiado la posición de la almohada a nuestro hombro derecho.
Comprueba la ausencia de cualquier tipo de nódulo o bulto en tus mamas.
4. Por último, con nuestros dedos índice y pulgar apretamos nuestros pezones en búsqueda de algún tipo de secreción.

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