Los espermatozoides son gametos muy susceptibles al daño oxidativo que se produce en la vida diaria del individuo. La exposición a ciertas condiciones fisiológicas y diferentes agentes externos pueden hacer necesaria la administración exógena de antioxidantes.
¿Pero que es el daño oxidativo y qué efectos tiene sobre la calidad de los espermatozoides?
El daño oxidativo o estrés oxidativo es causado por la exposición a radicales libres, que son moléculas muy inestables y resultantes del metabolismo del oxígeno que provocan daños en las estructuras celulares de los gametos masculinos. Como consecuencia, se produce una disminución en la movilidad y
viabilidad de los espermatozoides
y un daño en el ADN espermático, disminuyendo la
calidad seminal.
El sistema reproductor masculino posee un mecanismo natural para prevenir el daño oxidativo producido en los espermatozoides, este mecanismo actúa mediante sustancias antioxidantes que son capaces de regular los niveles de radicales en el semen.
El problema aparece cuando la cantidad de radicales libres supera la capacidad antioxidante del sistema reproductor masculino haciendo necesaria la suplementación a través de alimentos ricos en antioxidantes naturales o bien mediante suplementos farmacéuticos.
Los antioxidantes son moléculas capaces de prevenir la oxidación de las células. Existen antioxidantes enzimáticos y antioxidantes no enzimáticos dentro del sistema antioxidante del semen.
Los antioxidantes enzimáticos son enzimas que actúan en el metabolismo directo de los radicales libres y dentro de éstos tenemos la superóxido dismutasa, la catalasa, la óxido nítrico sintasa, la glutatión S-Transferasa, la peroxirredoxina, la tiorredoxina y la glutatión peroxidasa.
Los antioxidantes no enzimáticos son moléculas con acción antioxidante como la vitamina E, la vitamina C, La CoEnzima Q-10, la L-Carnitina y la Melatonina.
Según algunos autores entre el 30 y el 80% de los casos de infertilidad masculina son debidos al daño oxidativo sobre el esperma.
Por ello recomienda comenzar con una dieta rica en ácidos grasos omega-3, vitamina E y vitamina C. Deberíamos incluir en nuestra dieta alimentos como el brócoli, el ajo, las zanahorias, coliflor, jengibre, tomates, cítricos, aceites etc. Otra opción es la suplementación a través de complementos farmacológicos pero se recomienda supervisión médica para evitar el exceso vitamínico.
Es muy importante ser conscientes del impacto que pueden tener nuestros hábitos de vida sobre nuestra fertilidad y si no son los adecuados comenzar con una actitud de modificación activa para conseguir mejorar nuestra calidad seminal.